
10 May Arnold Newman. La excelencia en el retrato.
Arnold Newman
Fecha de nacimiento: 1918.
Nacionalidad: Estadounidense.
Fecha de la fotografía: 1946.
Localización: New York.
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ESPEJO
Imagino que enfrentarse al reto de retratar personalidades universales no debe ser nada fácil; por eso, ejecutarlo como lo hizo Arnold Newman, indica su maestría.
La imagen es tan sencilla que su fuerza visual es impresionante. Lo primero que me llama la atención es el formato. La copia final tiene unas proporciones poco habituales, ya que parece casi panorámica, completando así cada milímetro de la escena. También distinguimos dos elementos principales, aunque su peso visual es desigual. Primero observamos la presencia imponente del piano y sus estilizadas formas. Las curvas que dibuja la cubierta parecen una nota sobre un pentagrama virgen. La diagonal del bastón de apoyo de ésta nos dirige la mirada hacia el personaje.
La postura y la luz iluminando la cara del modelo, que no es otro que el gran compositor Igor Stravinsky, me generan una sensación de relajación y control extrema sobre el enorme instrumento musical sobre el que se apoya. La fotografía, compositivamente, me parece sublime, ya que, incluso el diferente y sutil cambio de tono del fondo, aporta profundidad dividiendo la imagen en dos, sin que sea demasiado explícito.
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REFLEJO
Me llama la atención el año en el que fue realizado el retrato, e inevitablemente me traslada a la fantástica película «El pianista», dirigida en el año 2002 por Roman Polansky; y me obliga a reflexionar sobre lo mucho que condiciona nuestra existencia el lugar donde vives. La paz de la fotografía realizada en Nueva York, contrasta y mucho con la situación del protagonista de la película, incrustado en la Polonia de la Segunda Guerra Mundial.
La composición de esta fotografía me dibuja un boceto de un diseño de Le Corbusier, con sus líneas rectas y sus medidas proporciones, para romper con lo establecido hasta ese momento. Contemporáneo al fotógrafo, parece que la fotografía ha sido trazada por el maestro arquitecto.
Y por supuesto, me viene una banda sonora. Esta vez mas contemporánea, sencilla y minimalista. Me suena a Ludovico Einaudi tocando su piano en medio del deshielo glaciar.
Impresionante, como la fotografía de Arnold Newman, ¿no os parece?
Es tu turno.
¡REFÉJATE!
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antonio valverde
Posted at 07:31h, 25 mayoEstá esperando que acabe la guerra,
la tapa del piano lo es todo, el peso de la vida..,
la música, invasiva, y trasportadora, por ejemplo: Hampton Hawes
Nacho Rivera
Posted at 00:12h, 30 mayoGracias por comentar Antonio. Y gracias por el aporte musical, no lo conocía y voy a descubrirlo.
¡Un saludo!
Juan Ballester
Posted at 06:48h, 30 mayoRecuerdo la primera vez que vi esta imagen allá por los setenta. Me gustó mucho por la limpieza de su composición, por su rotundidad… Pero ahora me gusta mucho más porque más que un retrato de Stravinsky, es el retrato de su música, representada a través de la gran nota musical que es el peril del piano.
Nacho Rivera
Posted at 07:57h, 30 mayoJuan, muchas gracias por participar. El piano es el protagonista, no cabe duda. Es una fotografía que marca, por su sencillez, claridad y potencia. ¡Un abrazo!
José Antonio Alcázar
Posted at 17:03h, 10 junioEs una de las fotografías que creo que conozco desde siempre, y creo que una de las que despertaron en mí la afición por la fotografía. Para mi que siempre he estado muy interesado en la composición, esta fotografía es sublime. Lo primero que aprecias evidentemente es el triangulo formado por la tapa del piano y el bastón de sujeción, y como la mirada se te va inevitablemente al protagonista, pero es que este forma otro triangulo con su brazo de apoyo, otro triangulo más pequeño, como imitando al anterior o mimetizándose con él. El músico es como una repetición a escala de su propio instrumento, o al revés. E importantísimo también los dos tonos de gris del fondo, esa linea divisoria de los tercios horizontales.
Enhorabuena por tu trabajo, por el blog, que acabo de descubrirlo y por esta idea del espejo. Esta bien ver de vez en cuando un oasis como este, para la fotografía contemplativa, al menos para los que como yo venimos de otro tipo de foto y nos sentimos agobiados por la proliferación de imágenes insulsas y sin sentido que pululan a millones por este universo digital.
Nacho Rivera
Posted at 08:36h, 12 junioHola José Antonio, muchas gracias por tus amables palabras. Me alegra mucho que encuentres interesante la idea y que te hayas animado a participar, de esta forma, todos aprendemos un poco más. Como tú, yo también estaba cansado de tantas imágenes sin sentido y prefiero dedicar mi tiempo a disfrutar y bucear en las que de verdad nos hacen sentir y nos empujan a crecer. ¡Saludos y bienvenido!
Amparo Muñoz Morella
Posted at 18:04h, 04 febreroUna maravilla, la fuerza del piano negro a punto de aplastarlo, pero ahí está él, tan enfrentado a la cámara y tan digno. Una maravillosa mirada del fotógrafo, también un recorte de la imagen original totalmente acertado, es el recorte el que carga la imagen de simbologia y de preguntas. Por otro lado, me encanta tu interpretación 🙂
Nacho Rivera
Posted at 18:47h, 20 febrero¡Hola Amparo! Muchas gracias por reflejarte junto a Arnold Newman. Sin duda, uno de los mejores retratos que he visto nunca. Y sí, con o sin recorte, la imagen final, que para mí es lo que realmente importa, es sobresaliente. ¡Un saludo y gracias de nuevo por tu comentario!